miércoles, 22 de abril de 2020

Miércoles, 22 de abril de 2020

Una nana se escuchaba de fondo:

Duerme, mi niño, duerme.
Duerme, mi niño, duerme.

El bebé era mecido suavemente en unos brazos mullidos y familiares. Al fin acalló su llanto desgarrador.

Unos ojos se clavaron en la joven madre. Sus miradas se encontraron. La pequeña permanecía estática ante la escena, como hipnotizada.

Llego la enfermera que con manos amorosas le cogió las suyas y le dijo:

- ¿Cómo estas hoy, princesa?

Era la hora de las visitas en la UCI pediátrica. Una hora para entrar en el limbo, el paso intermedio para bajar a la tierra, o terminar subiendo al cielo. Ese lugar de algodón donde van a parar las almas inocentes.

Fuente: tipode.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Linkwithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...