martes, 4 de marzo de 2014

Fotografía Post Mortem: MEMENTO MORI (recuerda que eres mortal).

  Nota inicial: aunque pueda parecer un tema escabroso, he intentado eliminar cualquier rastro de datos innecesariamente macabros, tratando el tema   como un género fotográfico en sí mismo, el contexto en que nace y su pervivencia hasta nuestros días. Para ello, he prescindido de fotografías en toda la entrada, ya existen muchos artículos y blogs con un sinfín de testimonios gráficos; de hecho, al final dejaré unos pocos enlaces que me han servido de fuente de información para quien quiera saciar su curiosidad o morbosidad. Así mismo, he incluido también al final de la entrada, un vídeo que resume muy bien (aunque si por mí hubiera sido, la música hubiera sido otra) lo aquí expuesto someramente, apareciendo una pequeña muestra de este tipo de fotografía.
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    Mi primer "acercamiento" a la fotografía post mortem fue en el año 2002, gracias a la película de Amenábar, Los Otros. Fascinada, miedosa y alucinada… un estremecimiento recorrió todo mi cuerpo, hasta la campanilla sufrió espasmos, y sabéis de sobra que no soy de exagerar siempre. Pero como soy así de morbosa y masoquista, cuando descubrí que era una práctica generalizada que se popularizó en el siglo XIX y principios del XX, ya no hubo marcha atrás, quería saber más.


Los Otros (2001) de Alejandro Amenábar. Fuente: Youtube.

    Para ello, me remonté a los orígenes mismos de la fotografía, así supe que el daguerrotipo o daguerreotipo, se convirtió en el primer procedimiento fotográfico difundido oficialmente por Louis Daguerre en 1839, si bien, previamente Niépce consiguió obtener la primera imagen.

Primera fotografía permanente de Niepce. Imagen desde una ventana de Le Gras (1826). Fuente: Wikimedia.

     Nació así, uno de los inventos modernos que más han cambiado nuestra percepción del mundo, en un momento histórico de tránsito (si bien objetivamente, todo momento histórico puede ser considerado transitorio hacia otro u otros acontecimientos, obvia y pura lógica empírica podría decirse), hacia la sociedad industrial, caracterizada por innovaciones técnicas, posibles en gran medida, por descubrimientos previos. La filosofía positivista instaba a que se comprobara casi compulsivamente cada elemento de la Naturaleza. Además, la burguesía como clase social dominante, utilizará el retrato como forma de autorrepresentación, como lo hicieron con anterioridad la nobleza y realeza con los retratos pictóricos o escultóricos en épocas pasadas. Si antes la figura del pintor de cámara era un elemento imprescindible para ejecutar tales obras que inmortalizaran su poder económico, político y social; ahora será el fotógrafo el que se encargue de representar a la burguesía industrial y su posición preeminente, en un mundo cada vez más cambiante.

Trailer de la película Tiempos Modernos (1936) de Charles Chaplin. Fuente: Youtube.
Para quien quiera disfrutarla, pinchad aquí. 

     Al principio, el tiempo de exposición que se necesitaba para obtener una fotografía era extremadamente largo, llegando a necesitar varias horas, eso si tenemos en cuenta que debía ser un día soleado. Con el tiempo, se empezó a economizar tanto en los materiales empleados, como en los tiempos de exposición, haciendo más fácil un uso generalizado en la población. Si bien, las clases más pudientes no contaban con un álbum familiar, si podían “permitirse” de manera excepcional una o dos fotografías a lo largo de su existencia, para ello la familia al completo vestía sus mejores galas de domingo y festivos, puesto que era una ocasión especial que solo tendría lugar muy posiblemente, una vez en la vida. Esto se ve muy bien también en fotografías de la primera mitad del siglo XX. He visto fotografías de mis bisabuelos (que conservo gracias a la bendita digitalización), incluso de mis abuelos, en una posguerra española tan triste y gris que no hacía presagiar el uso generalizado y tan cotidiano de tomar una fotografía hasta de lo más insignificante como hoy día.


   Será en este contexto cuando aparecerá la fotografía post mortem, extendiéndose en poco tiempo. Hay que entender este tipo de fotografía en su contexto. En aquella época no se consideraba morboso, la muerte tenía otro significado mucho más romántico y sentimental, aun no era un tabú en el que se ha convertido en el mundo occidental, en nuestros días.


La percepción de la muerte.

     Al margen de técnicas y tipologías en este tipo de retratos, subyace algo importante a tener en cuenta para comprender este fenómeno como un género fotográfico en su contexto. Fotografiar al difunto ayuda a generar recuerdos del mismo, ayudando a su vez en el largo proceso de duelo. Teniendo en cuenta, que en la mayoría de los casos, el doliente (“el que se queda”), es el que encarga la fotografía del difunto, no tiene previamente ningún retrato de esa persona en vida, generando con esta última fotografía una dualidad contradictoria: generar el último recuerdo del difunto, y a la vez ayudar a asimilar su muerte, su pérdida. Es contradictorio, pero al fin y al cabo, humano: esa imagen ayuda a que el recuerdo del difunto siga viva, y a su vez, saber que la muerte es algo irrevocable y su realidad está ahí, para todos, como  nos lo recuerdan las coplas de Jorge Manrique por la muerte de su padre

   En ese afán tan humano de clasificar hasta las nubes (recordando viejos trabajos escolares que incluían pegamento de barra, algodón a granel y cartulinas azules, y los consiguientes dedos llenos de impaciencia y nubes pegajosas -fin de la tangente-), dentro de los retratos post mortem de carácter privado, puede decirse que existen tres tipos:

-          Simulando vida.
-          Simulando estar dormido.
-          Sin simular nada.

     Aunque se generalizó en Europa, será en América Latina donde esta práctica se hará muy común, especialmente en el caso de los niños, o “Angelitos” como son más comúnmente conocidos, y los más difíciles de contemplar, no solo por su realidad inherente, también por la teatralidad de muchas de estas fotografías, donde los pequeños suelen estar acompañados de su padres, e incluso hermanos, también infantes en la mayoría de los casos.

   También hubo retratos públicos, como por ejemplo en Argentina, en los inicios del fotoperiodismo, siendo el ejemplo más representativo el de Domingo Faustino Sarmiento.

    Para mantener a los difuntos en las posiciones deseadas, se empleaban cables rígidos que servían de guías para darles forma a brazos y piernas, estando el cuerpo sobre una base que sostenía caderas y cuello. En ocasiones, los ojos se pintaban o bien encima de los párpados del difunto, o una vez que se obtenía la instantánea, sobre el papel fotográfico. 

   Aunque ahora nos pueda parecer extraño, muchas de estas fotografías, servían para enviarlas en forma de postal a familiares y amigos que por distancia y tiempo, les era imposible asistir al velatorio y posterior entierro. Pasaban así a formar parte de los recuerdos familiares.



Una práctica fotográfica que aun perdura.   

   Pero quizá lo más inquietante de esta práctica, es descubrir que no se haya en desuso en la actualidad. Jamás desapareció, solo se modificó su significado y el modo en que son ejecutadas las fotografías. Actualmente, no se consideraría aceptable socialmente, como afirma Montse Morcate en su artículo Duelo y fotografía post-mortem. Contradicciones de una práctica vigente en el siglo XXI: "Los muertos desaparecen de la sociedad tanto física como psicológicamente. El único reducto reconocido y respetado de la muerte [...], en la actualidad es el cementerio, lugar que progresivamente se va transformando no ya en el lugar para recordar a nuestros difuntos sino en el lugar para abandonarlos y olvidarlos". Hoy día, la aceptación de la muerte es difícil de asimilar.

     Pese a la "censura" social y gracias en gran medida a la aparición de las cámaras digitales, la fotografía post mortem sigue practicándose, pero con un significado modificado como ya se ha dicho. Es una forma de asumir la realidad de la muerte y de la necesidad de prolongar el contacto con el fallecido, nuevamente esa doble dualidad contradictoria que antes se mencionaba. Podría entenderse como un pequeño rito íntimo, el cual será el último con el fallecido, y a su vez, constituye el principio de la pérdida. 

      Es muy curioso, como esta práctica está especialmente extendida en casos de muerte perinatal: "Y es aquí también donde su uso vuelve a vincularse directamente con la práctica en el pasado porque es en muchos casos la única fotografía que se dispondrá del recién nacido", Montse Morcate dixit.  Son decesos que socialmente no se admiten o reconocen los duelos. Esa negación del dolor hace especialmente más duro el duelo. Es por ello, que incluso existe personal médico que aprueba esta práctica , que admiten como importante para aceptar y superar el duelo ante la muerte. Hay padres que van más allá y narran la experiencia abriendo un blog que rinde tributo a su hijo muerto. Nuevas formas de aceptar la pérdida en la era digital.

     A continuación, el vídeo que prometí al principio de la entrada. Es sobre la fotografía post mortem más conocida, la que surgió en el siglo XIX y principios del XX. Hasta la próxima: 


Fotografías Post-mortem Memento mori Època Victoriana Carlos Sanz Oficial


Exposiciones actuales sobre fotografía post mortem:


- Si estáis en Madrid os puede interesar una exposición inaugurada hace poco en la Galería de Arte Rafael Pérez Hernando, titulada: "El retrato y la muerte. Historia de una colección de fotografías post-mortem", que estará entre el 6 de febrero al 29 de marzo. En su web incluyen el cátalogo de la misma. Información en web sobre la exposición aquí


Fuentes, artículos y blogs sobre el tema:

-http://www.blogodisea.com/2012/fotografias-post-mortem/arte/  (blog).

-http://es.scribd.com/doc/155178036/Art-Montse-Morcate-1 (artículo).
http://www.elmundo.es/cultura/2013/10/31/527158360ab740263e8b4572.html ('El retrato y la muerte' es la primera publicación sobre fotografía post mortem en España).
http://cuadernosdehistoriacultural.wordpress.com/2013/05/21/fotografia-postmortem-mecanismo-de-perpetuacion-del-rito-mortuorio/ (blog con el pdf del artículo de Juan Ignacio Cordero Pérez titulado: Fotografía Postmorem, mecanismo de perpetuación del rito mortuorio. Habla fundamentalmente sobre la fotografía post mortem infantil en Chile).
- Wikipedia.
- Youtube.





4 comentarios:

  1. Es una de las entradas que me ha tenido enganchado desde el principio. A pesar de tener conocimiento y muchos datos en mi favor, tengo que decir que me ha gustado la "frescura" (valga la ironía) con la que ha tratado el tema. Gracias por seguir siendo una de las historiadoras más interesadas en los tiempos que corren. Mis felicitaciones!!!

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    1. Con todos mis respetos: no "se vale" tu percepción de la entrada, este tema te "pirra", jeje. Fíjate que no me termina de convencer, si la he terminado por publicar, es porque llevaba desde septiembre dándole forma y mucho más tiempo anidada la idea en mi cabeza, pero no quería dejarla "colgada", no me gustan las cosas pendientes, pese a que tengo demasiadas. Muchas gracias por tus palabras Joaquín. Un beso enorme.

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  2. Pues a mí que quieres qué te diga, yo no me hago una foto con un fiambre salvo que esté entre dos rebanadas de pan ;)
    Estas cosas me dan un poquito de repeluz ya que no acabo de entender el interés suscitado al respecto, quizá es porque antaño no había mucho en lo que entretenerse y estas cosas les daban un poco de "vidilla" jijijijiiijiji. En fin prima, que se nota que hay trabajo aquí ya que si desde Octubre le llevas dando a la cabeza... yo fíjate, soy de impulso inmediato, algo me pica, pues me pongo y lo escribo. Maneras de hacer las cosas. Besicos.

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    1. En realidad, dependiendo del tema, le dedico más o menos tiempo. Este ha sido así por varios motivos: mucha información para filtrar -además, inicialmente iba a ser una especie de artículo de colaboración, pero al final lo he "sazonado" con mis "cosas" aquí y allá y no creía que se ajustara a un sitio que no fuera un blog personal-; y por otro lado, desde octubre estoy "trabajando" y he tenido que abandonar un poco el blog y las ideas que me rondan -esto da para un blog entero, jaja-.
      En cuanto a la "grima" que te da, lo entiendo. Pero también si lo piensas, para esta gente una fotografía era un tesoro, tiene un halo tan romántico... En fin, que sí, que da "grimilla" XP.
      Luego "bicheo", que acabo de ver que has actualizado. Besicos y gracias por tomarte el tiempo en contestar Señor Fox ^^.

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