La linda Toulousse se sentía triste y gris como aquel día. Andaba con los hombros hacia delante, con un nubarrón de preocupaciones sobre su cabeza. Intentaba ocupar su solitarios anocheceres con pinturas oníricas, mundos imaginarios que la hacían traspasar fronteras más allá del plano terrenal. Cada trazo cobrara vida, era pura magia. Sin embargo, ese momento de felicidad ilusoria se esfumaba en segundos.
- No
estés triste ya linda Toulousse, ahora no estamos solos. Así surge la amistad,
te la tropiezas un día cualquiera, porque le gusta la improvisación. –le dijo
con una flamante sonrisa el ahora pequeño gran erizo Ramsés.
Fuente: web lindísimos. |
Para mi linda "Toulousse", quien siempre ha querido tener un erizo.
Eva Capel
Me encanta, una pequeña historia que para mi trasmite mucho pero tierna a la vez. Y voy a citar algunas frases que más me han llamado la atención del relato.
ResponderEliminar"Intentaba ocupar su solitarios anocheceres con pinturas oníricas, mundos imaginarios que la hacían traspasar fronteras más allá del plano terrenal" La mejor forma de abstraerse de la realidad por unas horas y no pensar en nada, solo desconectar.
"Así surge la amistad, te la tropiezas un día cualquiera, porque le gusta la improvisación." Creo que tanto al arte como a la amistad les gusta la improvisación ;)
P.D: Si tuviera un erizo, lo llamaría Rasputín jijijijijiji
Toulousse.
Pequeña, me alegro de que te haya gustado el pequeño regalo. Besos.
EliminarP.D.: Sigo pensando que Ramsés es un nombre con más fuerza XD.