Las cabecitas de la pequeña Muriel.

- "¿Qué haces Muriel?" - preguntó la Nana intrigada desde el otro lado del pasillo.

- Mmmm... nada. Aquí. Cortando cabezas - contestó distraída la aludida desde su dormitorio.

- Vale. Pero no tardes en bajar, el chocolate se te va a enfriar. - dijo mientras bajaba las escaleras señoriales de aquella monstruosa casa, pensando que la pequeña seguía entretenida en sus juegos de recortables de papel.

- Mmmm... Mmmm... -tarareó por toda respuesta Muriel.

Un mechoncito de pelo rubio como un rayo de sol se le escapó hacia delante, rozándole la mano que tenía sujetas las tijeras, mientras cortaba cabecitas diminutas y las pegaba en un álbum desplegado frente a ella, en el suelo. Los ratoncitos habían dejado de chillar hacía rato, y ella contempló satisfecha sus "muñecas" de pelo y dientes.

E. Capel

Ratón de dos cabezas. Fuente: aquí.