Solo pasaba por aquí por nostalgia, porque la vez que abrí La Babilonia de Isthar fue en plena catarsis. No es novedad, me suele pasar a menudo. Esa catarsis de escritura (tampoco puede considerarse como literaria), la mayor parte de las veces para llenar espacio, es para mí una terapia efectiva, algo necesario en este mundo de locos, un paréntesis en el que se paran las máquinas. Escribo alguna chorrada o algo más "currado" y vuelta a la jungla.
Sin más.
Sigamos hacia delante, no nos queda otra. Mucho ánimo para el resto del año, que podría empezar hoy o dentro de unos meses, el orden es lo de menos.
Procurad sed felices.
Fuente: Quino. |
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