sábado, 31 de enero de 2015

Ley de Murphy.

Caminaba rauda y veloz por las calles empedradas de la ciudad. Caía una lluvia fina, pero persistente. Ya le daba igual que el rimel se descorriera o que acabara calándose hasta los calcetines. Solo quería llegar a casa y terminar aquel día tan nefasto. Murphy, el de la Ley, había decidido pasarse por su vida desde bien temprano, y había querido dejar patente con más insistencia su presencia desde el mediodía hasta bien entrada la noche. Ahora solo quería darse una ducha caliente y meterse en la cama con un buen libro que la hiciera desconectar.

Entró en casa, se desvistió e inició su ritual particular de desconexión. El agua caliente le templó los nervios y los huesos. Cogió los calcetines y al desdoblarlos le entró un ataque de risa. Maldito Murphy, le había dejado un último regalo: calcetines desparejados, uno rojo y otro blanco. 

Que le dieran a Murphy y a su ley absurda, a ella siempre le gustó la originalidad. Se fue a la cama con una sonrisa, al fin había terminado el día.


Amor dormido. Baldassare Franceschini (1611-1689). Fuente: Wikimedia.

lunes, 26 de enero de 2015

Siempre quise tener superpoderes.

Siempre quise tener algún superpoder de pequeña, supongo que muchos en su más tierna infancia, también rumiaban pensamientos parecidos; de hecho, ya lo dije en esta entrada sobre cosas que me gustaría que me sucedieran antes de morir. El caso es que había dos que me llamaban poderosamente la atención: la teletransportación, interés suscitado sin duda por mi “perritis aguda” cada mañana al intentar levantarme para ir al colegio, y sentir que todas las fuerzas del universo, se aliaban contra mi persona para que no pudiera levantar mis tiernas carnes del colchón. Daba igual si había dormido ocho o diez horas, tenía siempre sueño. Una vez conseguida la titánica tarea de levantarme y desayunar, me quedaban unos exiguos minutos que eran empleados para correr literalmente a clases, con ese regustillo desagradable a leche con Colacao recién levantada.

El otro gran superpoder para mi inocente mentalidad era y es el de tener un supercerebro. Tener la habilidad de memorización simplemente por contacto visual, que me permitiera ser más inteligente y saber más. Al principio lo deseaba porque mi lentitud para hacer las tareas de clase eran legendarias (más tarde descubriría que el meollo del problema, radicaba en falta de motivación que pudo solventarse con el tiempo y algo más de autocrítica, y con profesores que realmente lo eran de vocación); después porque creía y sigo creyendo, que me faltarán al menos cien vidas más para poder leer, aprender y conocer todo lo que nos rodea.

            Hace algún tiempo vimos en familia la película Lucy, encarnada por Scarlett Johanson. Al margen de análisis cinéfilos, en los que no voy a entrar, la película me dejó con ese regusto infantil de habilidades extraordinarias y el deseo por alcanzar la sabiduría universal. Lo cual conecta con la idea, también reflejada en el largometraje, de la inmortalidad, a través de la cual podríamos alcanzar un estado superior. Sin embargo, lo que nos caracteriza como humanos iría diluyéndose hasta ser inalcanzables, Dioses al fin y al cabo (lo cual daría para una disertación mucho más profunda y extensa sobre religión, que Mafalda me libre de ello).

            El mito creado posiblemente por Albert Einstein de que los humanos solo usamos el 10% de nuestra capacidad cerebral, ha sido refutado en múltiples ocasiones, quedando patente que simplemente nuestras neuronas podrían tener más rendimiento del que normalmente suelen tener con un entrenamiento adecuado. De hecho existen personas que así lo creen, neurocientíficos como Sarah Blakemore, que afirma que el desarrollo cerebral no llega hasta los 20, e incluso hasta los 30 años. Además existen evidencias de la plasticidad del cerebro humano, que con un entrenamiento y aprendizaje continuo se puede llegar a cambiar el mapa cerebral.

             Por tanto, he decidido no perder la esperanza, aunque haya científicos que se empeñen en negar poderes especiales como la telepatía, prefiero seguir con mi cándida esperanza de que algún día, uno de estos dos superpoderes pueda ser alcanzable, y si me apuras, la telepatía, ¿por qué no?, ¿por qué arruinar las ilusiones? De estas no se viven, pero si sé a pesar de mi ignorancia cerebral, que a veces son necesarias para vivir.

Hasta aquí, mis desvaríos de lunes. ¡Feliz semana!

Fuente: TuitCallejero.

viernes, 23 de enero de 2015

Cuentos de los Hermanos Grimm de Philip Pullman.

¿Quiénes eran los hermanos Grimm? Jacob y Wilhelm Grimm de origen germano (puesto que aun el Estado Alemán como tal no se formalizó hasta el año 1871),vivieron durante la primera mitad del siglo XIX. Considerados como los fundadores de la filología alemana, fueron autores de Diccionario alemán, Leyendas alemanas, Mitología alemana y Gramática alemana; pero se harían especialmente universales por Cuentos de la infancia y del hogar que tuvo su primera edición en 1812 y consistía en una recopilación de cuentos orales.


Wilhelm Grimm (izquierda) y Jacob Grimm (derecha) en una pintura de 1855 de Elisabeth Jerichau-Baumann.
Fuente: Wikipedia

Sin embargo, también se dedicaron a la docencia, ejerciendo como profesores universitarios, y a la investigación lingüística. Pero sería con Cuentos de la Infancia y del hogar, con sus innumerables adaptaciones en cine, teatro y reediciones, que los hermanos Grimm son revisitados una y otra vez en nuestros días.

Philip Pullman, escritor inglés contemporáneo autor de la trilogía La materia oscura, ha realizado una de esas reediciones en 2012, bajo el título: Cuentos de los Hermanos Grimm. Selecciona sus cincuenta historias favoritas y las narra de nuevo como un estilo claro y accesible, sin perder un ápice de su esencia, con un valor añadido después de cada relato, realizando breves y originales comentarios acerca del origen del mismo y sus parecidos razonables con historias similares. 

Cuentos de los Hermanos Grimm de Philip Pullman.


No soy ni pretendo ser crítica literaria, pero esta es una lectura muy recomendable, no solo por ser entretenida, que es lo que pretende y consigue con creces, sino porque el discurso narrativo es adaptado brillantemente por el autor, manteniendo intacta la naturaleza misma de los cuentos de hadas.

Siempre me gustó más el papel y su olor, pero tampoco desdeño las nuevas tecnologías, están para ser usadas y beneficiarnos de sus ventajas. Es por eso que dejo el enlace para Kindle (no voy a comisión, ojalá), porque por un 1,42 euros, ¿quien se resiste a leer? No hay excusas, es más barato que un café en muchos lugares, y dura más.

http://www.amazon.es/Cuentos-hermanos-Grimm-Philip-Pullman-ebook/dp/B00AABXAPQ


¡Feliz lectura y fin de semana!

viernes, 16 de enero de 2015

Respirar y seguir.

¿Y qué hacer o decir cuando todo esta dicho ya? El silencio puede ser demoledor.

Cerrar los ojos, respirar profundamente y levantarnos despacio, pero con decisión. Eso fue lo que ella hizo. Levantarse y andar de frente, ojalá pudiera decir que sin mirar atrás, pero no fue así. Miraba, sufría, pero seguía hacia delante.

Así, llegó un día en que dejó de mirar atrás, para mirar su presente y su futuro.


Dedicado a Miss Toum.

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Parafraseando un poco, puedo prometer y prometo, que volveré con viejas promesas que cumplir e historias no tan profundas y místicas como esta. A veces toca ser gris, otras azul cobalto (o por ponernos puntillosos, Yves Klein, que siempre me gustó más) y en ocasiones, del arcoiris.

Suelta de 1001 globos azules, la "sculpture aérostatique" de Yves Klein.
  Autor: Fgmedia (Wikimedia)




    

lunes, 5 de enero de 2015

Tal día como hoy...: una boda, una abdicación, un partido nazi, un puente y un cumpleaños.

     Tal día como hoy, un 5 de enero de 1759 se casaron en Estados Unidos, George Washington y Martha Dandridge Custis. En ese mismo país, pero en 1933 se empieza a construir el Golden Gate (San Fransciso, California).

Golden Gate




     Pero años antes y el mismo día también, en 1919 se funda el Comité Libre de Trabajadores Alemanes, que más tarde pasaría a llamarse Partido Nazi.

     En territorio patrio, curiosamente el mismo día del cumpleaños del penúltimo monarca, Juan Carlos I, pero en el año 951, abdicó Ramiro II de León.

     Y para terminar, tal día como hoy, en 1992 nació la señorita T que hoy cumple 23 cabalgatas de Reyes. ¡FELICIDADES!

    

jueves, 1 de enero de 2015

Año impar en el 2º aniversario del blog.

Empecé este rincón tan aleatorio y contradictorio, hace hoy dos años. Tampoco hace falta ser un lince para saber que el balance en este tipo de blog, no se puede considerar ni siquiera un trámite. Es, y punto.

Solo pasaba por aquí por nostalgia, porque la vez que abrí La Babilonia de Isthar fue en plena catarsis. No es novedad, me suele pasar a menudo. Esa catarsis de escritura (tampoco puede considerarse como literaria), la mayor parte de las veces para llenar espacio, es para mí una terapia efectiva, algo necesario en este mundo de locos, un paréntesis en el que se paran las máquinas. Escribo alguna chorrada o algo más "currado" y vuelta a la jungla. 

Sin más. 

Sigamos hacia delante, no nos queda otra. Mucho ánimo para el resto del año, que podría empezar hoy o dentro de unos meses, el orden es lo de menos.

Procurad sed felices.


Fuente: Quino.

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