jueves, 8 de marzo de 2018

Un 8 de marzo de 2018


Cuando presencio o soy objeto de repetidas injusticias y actitudes nocivas, casi siempre acabo recurriendo a la escritura, como una vía de escape y de desahogo. Va impreso en mi ADN. Y sí, voy a contar un poco mi vida, pero en este relato es necesario contar este pedazo de ella. Blog personal se llama.

8 de marzo de 2018, 8:23 horas de las mañana, llego ocho minutos tarde a mi cita con la matrona de mi segundo hijo o hija, aún es pronto para saberlo. Fuera llueve y he pasado una noche como viene siendo habitual: despertares infantiles nocturnos, sueños interrumpidos cada poco tiempo, vejiga que aguanta poco, episodios noctámbulos… 5 horas en total de sueño, más que la media de estas últimas semanas. Toco a la puerta y pido disculpas un par de veces por el retraso. Dejo paraguas, abrigo y bufanda y me dispongo a iniciar los trámites de mi tercer embarazo por la seguridad social.

Me atienden dos mujeres, una de mediana edad, y otra que rondará la treintena como yo, año arriba o año abajo. Me dan unos formularios de consentimiento para las ecografías. Empiezan a rellenar la base de datos (me mencionan algunos antecedentes familiares descabellados, como problemas cardiacos de mis progenitores, que no tengo ni idea de a quien se le ocurrió colocar ahí, porque no son ciertos).

Y aquí hago un inciso. Con 14 años sufrí trastornos alimentarios (¿esto no debería incluirse en el expediente sanitario?) que me afectaron no solo a mi salud física sino que también a mi autoestima y a la percepción que tenía de mí misma y de mi entonro, me ha costado muchos años y mucha relativización quererme y cuidarme. Cuando me quedé embarazada esta última vez, fue casi una sorpresa y lo primero que pensé fue en los kilos que me sobran por salud, y para no afectar a mi bebé. Actualmente sigo una alimentación muy variada, muy casera y sana, especialmente desde que a mi hijo le diagnosticaron APL (Alergia a la Proteína de la Leche de Vaca) con una reacción poco común, al poco de nacer. Me he convertido en casi una experta en lectura de etiquetados. Además, en estos tres meses he bajado casi cinco kilos progresivamente; en breve empezaré clases de Pilates para embarazadas. Por último, en la última analítica de hace menos de dos semanas, mis resultados son de manual, como viene siendo habitual.

Retomo pues. Toca pesarse, veo que desde el lunes pasado que me pesé, he bajado otro kilo y medio. Y la matrona de mediana edad empieza a soltarme la reprimenda de que me sobran kilos. Le respondo que soy consciente, de hecho estoy bajando peso, ella intenta seguir sin escucharme y le corto diciéndole que he tenido un trastorno alimentario, soy sensible al tema. No me apetecía callarme, ya no, han sido demasiados insultos a lo largo de estos años. Su cara de asco ha sido para enmarcarla.

Sigue la cita con preguntas relativas a anteriores embarazos y parto. Sufrí un aborto espontáneo de 10 semanas, con legrado en 2014. Volví a quedarme embarazada y dí a luz en 2015: tengo problemas de asma y en la recta final del embarazo acabé en urgencias (supongo eso si debe constar en mi expediente sanitario), con una bomba de oxígeno porque casi no lo cuento en las tres ocasiones que sufrí apnea del sueño, dos de ellas seguidas. Y para no ahondar demasiado, mi hijo acabo hospitalizado con 40 días (la cuarentena me la guardo para mí, es otro capítulo aparte de como la ineptitud médica puede llegar a joderte literalmente la vida. Ojo, que de los especialistas que han tratado a mi hijo en estos dos años, solo tengo palabras de agradecimiento, no solo por su profesionalidad, sino también por su trato y cercanía),  por culpa de un virus que seguramente pilló de alguien en el paritorio (pero que no se puede probar), le siguieron dos meses de hospitalización intermitente con UCI incluida. Cuando estamos viendo la luz, le diagnostican una enfermedad crónica: AIJ (Artritis Idiopática Juvenil), y dos intervenciones en la rodilla derecha, con un tratamiento semanal que es como una dosis a pequeña escala de quimio en casa. Por recomendación médica, no podemos llevarlo a la guardería. Y doy gracias de que a pesar de todo, sus diagnósticos son medianamente llevaderos si se comparan con otras enfermedades, algunas mortales y/o incurables. Mi hijo tiene poco más de dos años. Dicho lo de la alergia y la Artritis, me pregunta que es eso y lo confunden con otra enfermedad… Yo con mucha paciencia les explico. Y sigue la siguiente conversación:

-          Matrona 1: Uy, qué pena que no se relacione con otras niños – así, sin preguntar, cuando mi hijo se relaciona mejor que muchos adultos y va todos los días al parque e interactúa con muchos niños de su edad, algunos en situaciones similares.

-          Yo: Es por recomendación médica. Las defensas le bajan, y si tiene periodos febriles, no se le puede suministrar la inyección. El resultado es que un tratamiento de aproximadamente un año, se puede alargar dos. – con mucha paciencia y educación y flipando por la ignorancia tan atrevida de estas señoras.

-          Matrona 2: Pero tienes que tener cuidado, le estas privando de relacionarse con otros niños -¿en serio?, ¿tú eres gilipollas o naciste así? En ese momento, mi ojo bizco debe de estar echando chispas.

-          Matrona 1: Bueno, claro, lo habrás sopesado, que te compensa más… -definitivamente, si los tontos volaran, no veríamos el cielo.

Punto uno. Mi hijo no está en casa porque yo quiera, tiene sobradas razones de tipo médico para no ir a la guardería. Y el tema abuelos está descartados, los cuatro viven en ciudades diferentes y trabajan. Punto dos. No eres nadie para opinar al respecto, cuando la educación obligatoria en este país, no está establecida hasta los seis años de edad. Punto tres. Si no sabes, pregunta o al menos escucha. El que mi hijo se quede en casa, conlleva otras consecuencias invisibles para la sociedad: YO NO PUEDO TRABAJAR FUERA DE MI HOGAR. Dos entrevistas de trabajo en este tiempo, en ambas me contrataban con alta inmediata y relativas buenas expectativas. No pude aceptarlos, porque el sueldo no me daba para pagar a alguien que cuidara de mi hijo y además, tuviera que ir a todos los controles médicos en el hospital que casi cada mes hay que realizarle. Esa impotencia, esa bilis y esas lágrimas, solo las viví y vivo yo.
La consulta prosigue.

-          Matrona 2. Te vamos a decir ahora una serie de recomendaciones alimentarias –sobra decir, que en toda la conversación anterior, se salpicaron comentarios relativos a mi peso, a comer sano y a hacer ejercicios…-.  Nada de cafeína, jamón ni siquiera congelado, y bla, bla, bla.

Mi marido tiene un posgrado de nutrición, su padre es catedrático de fisiología y además de su labor científica, hace un gran trabajo divulgativo en medios periodísticos y especializados en temas nutricionales, tanto a nivel estatal como internacional. Y yo no seré experta, pero como dije, algo sé de estos años conviviendo con la alergia en casa. Tenemos amigos y familiares médicos en diversas especialidades, que después de todo lo anterior, se pongan a hacerme recomendaciones dudosas… Por solo poner dos ejemplos: una taza al día de café, no afecta negativamente al feto, y el jamón congelado al menos 24-48 horas e incluso de una curación mayor de 21 meses es posible comerlo en el embarazo. No lo digo yo, hay estudios médicos serios al respecto. Con respecto a esto último, lo seguí a rajatabla en mis anteriores embarazos, y sigo teniendo la toxoplasmosis negativa en mis analíticas.

Después de opinar de mi vida, del enésimo ataque gordofóbico y de las estupideces varias que he tenido que aguantar, pienso en esa frase tan cierta de que somos las mujeres nuestras peores enemigas. Hace tres o cuatro años hubiera aguantado el chaparrón, pero ya no más. No voy dando lecciones a nadie, no pido que me las den. 

Conclusión: me he llevado la canastilla a casa (cada día más llena de papeles publicitarios que de cosas útiles). Por supuesto, la gran verdad de nuestros días es : LA IGNORANCIA ES MUY ATREVIDA. Solo puedo seguir creyendo en el karma y que la vida ponga a cada cual en su sitio, así como sus opiniones, esas que no han sido solicitadas.

Hoy más que nunca:

Autora: Paula Bonet. Fuente: lasmujeresdellibroparamos.


E. Capel

martes, 6 de febrero de 2018

A todas las personas tóxicas pasadas, presentes y futuras de mi vida: GRACIAS


Esto es lo que tiene un blog personal, que a veces al escribiente le da el punto y necesita desahogarse libremente (en realidad, es la esencia misma de un espacio de estas características). Consta decir que lo que aquí aparece es fruto de la experiencia empírica de casi treinta y cuatro años, que para nada sustituye el criterio de un experto sobre personas tóxicas. Además, hay mil artículos en la red donde deleitaros buscando o clasificando a estos seres tóxicos, como la maravillosa web de Weloversize; o terapeutas como Lorena Fuentes, especializada en terapia breve, a la que tengo la gran suerte de conocer en persona, y con la que he podido intercambiar en ocasiones impresiones sobre este tipo de individuos. Ella sabe como nadie darle el enfoque profesional al asunto, sin perder el humano. Podéis encontrarla en su web: http://www.lorenafuentes.es/. También recomiendo leer un libro maravilloso de la gran escritora española Espido Freire, "Los malos del cuento. Como sobrevivir entre personas tóxicas".

"Los malos del cuento. Como sobrevivir entre personas tóxicas" de Espido Freire. Se puede encontrar aquí.


Perdonad de antemano, el uso excesivo de gifs o imágenes en movimiento, pero el tema se prestaba mucho a ello, y ha sido la parte más divertida a la hora de editar la entrada.

A lo largo de la vida de una persona promedio suelen existir al menos cinco o seis especímenes tóxicos, quizá más, casi nunca menos. Otra cosa es que le demos la importancia que no se merecen o tardemos en detectarlos. Ojo, si al leer esto te sientes ofendido siquiera una mínima parte, haztelo mirar, quizá el tóxico seas tú. La autocrítica en su justa medida, es sana y necesaria. Siempre.

En mi caso enumeraré los más destacados, a lo sumo cinco, respetando escrupulosamente su anonimato, que no su estupidez.

La primera persona tóxica en esta clasificación improvisada puede englobarse dentro del grupo de personas en el que creciste. Ese tipo de amistad que crees irrompible, siendo el tiempo y la distancia los que os lleven por caminos e intereses distintos. A priori, nada extraño o nocivo, es natural, pensarás. Pero si con los años ves una serie de señales que se repiten en bucle, HUYE: falta evidente de empatía (si te han cortado un brazo, la uña que se le acaba de romper es mucho peor, ¿qué te habrás creído?); intento repetido de boicotear eventos importantes que atañen a tu persona (bodas, despedidas, cumpleaños, fiestas de guardar, etc.); solo te llaman cuando estás en tus horas más bajas para deleitarse y nutrirse de tu miseria; si os véis u os llamáis, vaciará toda su mierda de vida sin darte oportunidad de réplica, por supuesto ni te preguntará como sana tu brazo, esa persona siempre, siempre, siempre, estará peor que tú, y no tienes derecho, ni espacio para decir nada al respecto; critican a todo el mundo y odian muy fuerte (con lo cual te hace sospechar que hará lo mismo sobre tu persona cuando esté con otros); te menosprecia e intenta minar tu autoestima tomándote por idiota; con el tiempo tienen una tendencia algo nociva a copiar ciertos comportamientos tuyos e incluso pueden llegar a copiar tu perfil profesional. Al principio será sutil y no lo creeras, luego aunque tu lleves años dedicando tiempo y esfuerzo a un área específica, esa persona en un mes es mucho más experto que tú y te dará lecciones; cambios de opinión radicales y de un día para otro, nunca sabrás con qué pie se ha levantado ese día. Se harán las víctimas y siempre tendrán su propia versión de los hechos (siempre a su favor, por supuesto). A lo largo de los años y las conversaciones, te darás cuenta de que su vida es pura contradicción, un drama continuo y que solo existe una verdad: su verdad. Lo peor de esta tipología es que cuesta detectarlos, suelen pasar años antes de ponerles punto y final. Pero es de manual. HUYEEEEE.

Fuente: lainformacion.com.

La segunda sería en el plano sentimental. Una de tus parejas, que por supuesto se llevará mal con la primera. A las personas tóxicas no les gusta compartir al tonto de turno. El maltrato psicológico es su especialidad, sobre todo, haciendo ver que tu eres inferior y que cualquier cosa que quieras hacer, esa persona siempre se asegurará de hacerlo o dejar patente que lo puede hacer mil veces mejor que tú. A este tipo de especímen le encanta dar lecciones, de todo. Es una subcategoría de cuñado gilipollas. Se nutre de tu autoestima y de tu dependencia emocional. Realmente no saben amar a otra persona que no sean ellos mismos. Como el primer individuo, ocultan su mediocridad con mucha palabrería vacía de contenido. Si escarbas un poquito, realmente son unos tristes.

En tercer lugar, tenemos al enamorado de instituto que como ve que no va tener nada contigo, intenta ser tu amigo por la vía de la pena y las mentiras. Muy patético todo. Te absorben la energía a corto plazo, son como una agujero negro, muy negativos y son más fáciles de cortar, porque en una de sus mentiras los mandas a la mierda con todas las de la ley y a otra cosa. El problema es que hasta que esto sucede, intentan crear un sentimiento de culpabilidad bestial en ti, para que no los “abandones”.

Fuente: gfycat.

El siguiente puesto, es otra persona con la que te has criado, normalmente dentro de tu círculo familiar. Te da una de cal y otra de arena, y como sois familia, juegan con esa baza a su favor, para acoplarse a tu casa, a tu bolsillo… a lo que vean que puedan sacar provecho. Solo se acercaran a ti si creen que pueden sacar un beneficio evidente y a corto o medio plazo. Su vida suele ser bastante parasitaria y llena de muchas mierdas, pero se las arreglarán para hacer ver que su vida es plena y sana. Las apariencias lo son todo para estos individuos. Comúnmente, se les conoce como “chupópteros”. Lo bueno de esta tipología es que si ven que no pueden aprovecharse de tí, no te tocarán ni con un palo.

Fuente: santiagoash en Tumblr.

Y por último, el compañero de clase o de trabajo que solo te habla cuando quiere algo relacionado con el área que compartís, es una variante del anterior, pero sin consanguinidad. Tiene varias caras en función de con quien se relacione y qué es lo que quiera conseguir. Si ve que sus propósitos no los puede conseguir de ti, ni te saludará. Pero a estas alturas de vida, te la “pelará” y hasta lo agradecerás, porque has desarrollado una animadversión hasta física cada vez que lo tienes cerca.  
Obviamente hay casos peores y listas mejor elaboradas que esta que me he hecho en mi casa a la hora del café, pero te hablo desde la experiencia. A pesar de que el remedio contra estos seres es complejo y casuístico, y de que no hay fórmulas mágIcas, si existen algunas pautas comunes que puedes aplicar a todos ellos. Deja de prestarles atención, muéstrate seguro de ti mismo, no les cuentes nada íntimo y comprometedor, no les hagas partícipes ni de lo bueno ni de lo malo que te suceda en tu vida. Y cuando puedas, bloquea su número y las redes sociales si es necesario. Si hay consanguinidad o esa persona cuesta quitársela de encima, porque obviamente después de tantos años, se creen con derecho a poseerte a su antojo, mi consejo es que lo hagas en silencio y despacio, llegará el día en que se conviertan en un borrón en tu vida. En definitiva, aléjate.

Fuente: giphy.

Pero recuerda, que gracias a estas personas, eres lo que eres ahora. Solo queda lo más importante: no volver a dejar entrar a alguien así en tu vida, y eso solo se consigue detectándolas a tiempo. Es una obviedad, pero la experiencia es un grado. En general, suelen quejarse por todo sin intención de querer avanzar, son negativos, envidiosos y celosos, solo hablan de sus problemas y de sí mismos, la crítica destructiva es una constante en su día a día, y suelen crearte dependencia emocional, porque de eso se nutren. Siempre manipularán la realidad a su imagen y semejanza. 

Fuente: thecuriouscaseofcarly.

Grabaros esto: la gente que te quiere, te quiere BIEN. Se alegra de tus logros, te apoya incondicionalmente incluso en tus peores momentos, y sobre todo, te quiere tal cual. Sabe tus defectos y tus virtudes, pero te tratan de igual a igual. No hay más, así de sencillo, así de difícil. Estos es como la edad y los defectos (físicos y de personalidad), con el tiempo le sacas el punto y empiezas a encontrar el equilibrio en tus relaciones interpersonales.

Fuente: Pinterest.



domingo, 28 de enero de 2018

Personajes granadinos: Ángel Barrios Fernández (1882-1964)

Fuente fotografía:  www.alhambra-patronato.es.


Esta entrada retoma la subsección de personalidades granadinas, donde ya se habló de Mariana Pineda o de Federico García Lorca.

----

Ángel Barrios Fernández (Granada 1882-Madrid 1964) fue un compositor y guitarrista granadino. Inicia su formación bajo el ala de su padre, iniciando el estudio académico en Granada, después en Madrid, y más tarde en París.

La Granada de finales del siglo XIX en la que el músico crece, era entonces un sitio de paso obligado para los viajeros románticos, atraídos por su pasado árabe al cobijo de la Alhambra. Allí precisamente en la Calle Real, tenía su padre Antonio Barrios un hombre muy carismático, la ya mítica Taberna del Polinario (que en "La leyenda 'granaína' del Gin Tonic" aparece reflejada). El lugar era taberna, comercio, vivienda y lugar de descanso, construido justo donde habían estado ubicados unos antiguos baños.

En aquella Granada, también abundaban las tertulias y la Taberna también contaba con una propia, donde se reunían personajes de diverso pelaje e índole: cantaores del Sacromonte, Andrés Segovia o aficionados como Federico García Lorca, Ignacio Zuloaga, Darío de Regoyos o Gabriel Ruiz de Almodóvar, y por supuesto, padre e hijo.

Esa misma casa familiar, cerca de la iglesia Santa María de la Alhambra, es hoy el Museo-Legado Ángel Barrios con un gran fondo compuesto por dibujos, pinturas, partituras, correspondencia, así como fotografías y objetos personales de la familia.

Contraería matrimonio a finales de 1910 con una sobrina del pensador granadino Ángel Ganivet. En su currículum también se incluye el cargo de concejal del Ayuntamiento granadino en 1923. Además, fue uno de los impulsores del Concurso de Cante Jondo, junto a su gran amigo Manuel de Falla.

¡Feliz semana!

lunes, 1 de enero de 2018

Feliz Año y Quinto aniversario de la Babilonia de Ishtar.

     Feliz Año a todos los presentes, hoy se cumplen cinco años desde que empecé a delirar en un sitio fijo, la Babilonia de Ishtar. También hace 517 años (en 1501 para quien se haya puesto a contar), se estableció la fecha del fin de los incunables, los primeros libros impresos durante el siglo XV. Y este mismo día, en 1432 en Granada, un tal Yusuf IV sería proclamado sultán tras una sublevación popular.

     Compartimos efemérides ilustres pues, pese a ser un rinconcito pequeño. Sed felices e intentad cumplir al menos dos de los propósitos de año nuevo. 

    Nos leemos por estos lares.

Mafalda by Quino.




Linkwithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...