Eres polvo, eres instante de un tiempo finito. Cuando se
está herido en el suelo, ¿quién ayuda a recomponer los pedazos?, ¿alguien
ayuda?
Tragas saliva y te impulsas, por el camino se quedan otros
instantes, otras motas de polvo como tú.
Empatía. No es bidireccional en muchos casos. Tragas el
orgullo y haces lo correcto, como casi siempre, ¿sirve de algo? Para acallar tú
conciencia, el resto que lidie con la suya, piensas.
Cuando estás tan herido en el suelo, que los pedazos es
mejor fundirlos que unirlos, en ese preciso instante de extraña lucidez, sigues
hacia delante. Mucho polvo dejarás tras de ti. Aún quedan caminos por ser
andados, y otras motas nuevas llegarán para unirse al polvo que siempre ha
estado contigo. Extraño símil humanoide. Incoherencias lingüísticas que en mi
cabeza cobran sentido.
Somos instantes de un tiempo finito.
E.G. Capel
Somos instantes. |
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