Hace unas semanas saliendo de clases
de chino, me dio uno de esos antojos absurdos que me dan de vez en cuanto,
quería fideos chinos. Pero no fideos “de verdad”, sino de bolsa, de los que
venden hasta en el supermercado, pero una se empeña en comprarlos en el “chino”
de abajo para darle más contexto a la cena.
Con cena tan poco saludable en mi
cabeza y ya en la tienda, mi indecisión me hizo escoger un paquete de fideos
empaquetados de cada tipo (menos mal que solo había tres). Cuando me disponía a
recibir el cambio de la dependienta, ésta me obsequió con dos chicles, que yo
agradecí.
Salgo por la puerta con los chicles
en la mano y acordándome de que algo parecido me había sucedido no hace mucho
en otro comercio, me da por estrujarlos, ante lo cual, estos se parten como pan
duro para hacer torrijas… Lo mejor me esperaba al llegar a casa. Tonta de mí,
no había visto la caducidad de uno de los paquetes. Me estaba bien empleado por
confiada. Y es que en general, creo que los humanos confiamos demasiado: en los
demás, en la meteorología, en los dioses, en las clases de poder cuando el
dinero crecía en los árboles, en el telediario de las tres…. En casi todo,
menos en nosotros mismos, y aquí me incluyo la primera.
Y da igual la edad que uno gaste. Mi abuela
todavía está esperando una farola prometida por un alcalde con escasa retención
memorística en cuanto ganó las elecciones municipales; y mi tío, un hombre
adulto y experimentado en la vida, aún espera la vuelta de un billete de 20 de
parte de una gitana que leía la buena ventura en la mano al lado de la Giralda…
Uno podría pensar que es el “gen de los inocentones” que hay en mi familia…
¿entonces por qué veo ese gen a menudo en gente que no tiene remota relación
conmigo a excepción de nuestra supuesta humanidad y la certeza de que algún día
moriremos?
A estas horas (que seguro que la
barbaridad aumenta de aquí a mañana) me entero que un político mafioso (perdón
la redundancia) llamado Berlusconi, ha conseguido reunir el 50% de votos en el
Senado, en el país con forma de bota. El mismo que aseguró en Septiembre de 2003 que "Mussolini nunca mató a nadie, envió gente de vacaciones al exilio", o en Marzo de 2009: "El otro día me hice un análisis y he dado lo normal para un hombre de mi edad: 90% de viagra en sangre". Un contacto de Facebook que en estos
momentos vive en Italia, daba la noticia horrorizado en su muro y puntualizaba
que, no sabía por qué debía de extrañarle a él como español cuando nosotros
también tenemos a nuestros propios especímenes que hacen posible con sus votos
el panorama que tristemente padecemos actualmente.
Cuando una cree que ya hemos rallado
lo absurdo lo suficiente, gente que ni te podía imaginar sale a defender lo
indefendible: corrupción, mentiras por doquier, reiteradas faltas de respeto
hacia el ciudadano, complicidad de altos cargos políticos y reales… Todo vale,
con tal de sentirnos como corderitos manejados dócilmente. Porque a pesar de
las huelgas (que siempre defenderé en su justa medida y orden, eso da para otro
post), este país sigue siendo conformista. Nos quejamos, nos revelamos, si (no
en vano, “inventamos” el método subversivo de guerrilla que más tarde se
importaría a América Latina), pero al final la masa acaba cediendo, y unos
pocos aprovechan la ventaja dada para imponer sus reglas y su alto precio.
Hoy no hay moraleja, y aunque lo
parezca, tampoco una pataleta… Es que me entristece ver la poca memoria
histórica que conservamos los humanos y la ignorancia que se destila por todos
lados, la misma que tristemente hace resquebrajarse cada vez más nuestra vieja
Europa.
Al final tiré los fideos caducados a
la basura, todo por no bajar a la calle aquella noche de invierno granadina, a
reclamarle a la dependienta china el euro que me había costado el paquete.
Preferí elegir uno de los otros dos y mi maltrecha conciencia y yo, cenamos
calentitas en casa.
Prueba gráfica de mis fideos chinos caducados y de mi ineptitud para hacer fotos decentes con el móvil.
Hoy no tengo frase del día... las del dirigente italiano han sido suficientes por hoy.
Canción ligera del día: